domingo, 6 de julio de 2014

Hellbent (Paul Etheredge, 2004)



Hacia tiempo que tenia pendiente ver esta película, pero dudando de la calidad de la misma, siempre demoraba su visionado, hasta hoy.

La premisa con la que partimos es cuanto menos llamativa, el primer slasher gay de la historia del cine de terror, he de admitir que fue precisamente eso lo que me llevó hasta este film.

La película reune todos los clichés del cine de terror por y para adolescentes, solo hemos de trasladar sus reglas al mundo homosexual, a la vez también nos encontramos con muchos de los clichés que existen en torno al mundo gay (vicio, promiscuidad, cuartos oscuros etc).

La historia transcurre en West Hollywood (conocida ciudad ubicada dentro del condado de Los Angeles habitada en su mayoría por homosexuales) la noche de halloween, como podéis ver argumento típico donde los haya.



La película arranca con una pareja de chicos que deciden en mal momento darse mimos en su coche en mitad del bosque, como es sabido por todos el tener sexo en el cine de terror se paga y muy caro.


A la vez un grupo de amigos gays (entre los que se encuentra nuestra Sidney Prescott marica, en este caso Eddie (Dylan Fergus)) deciden disfrazarse ajenos a cualquier peligro y asistir a una multitudinaria fiesta de halloween en busca de sexo y diversión.


El grupo de jóvenes se convertirá en el objetivo del fornido asesino enmascarado, que hoz en mano va decapitando a cualquier gay que se le cruce. 

Durante su hora y veinticuatro minutos la película se recrea en el homoerotismo, de manos de un elenco de "actores" que son de todo menos feos.


Si bien la película no descubre nada nuevo, entretiene y para pasar una tarde de domingo no esta mal. 

El argumento es bastante simplón, se asemeja al de cualquier otro slasher, de hecho el guionista (que es el propio director) no solo no se estruja la cabeza por ofrecernos algo nuevo, si no que tan siquiera nos explica el porque de las situaciones, en el fondo esta película es algo mas banal y puramente estético.


Precisamente la estética de la película, totalmente videoclipera, la mala iluminación y por ende la mala fotografía, nos hace pensar que estamos viendo un titulo de los noventa y no uno de mediados del dos mil.


Los asesinatos no acaban de estar del todo logrados, pero imaginando el bajo presupuesto con el que contó la película no nos queda otra que hacer la vista gorda.


En resumidas cuentas, titulo de bajo coste, dirigido claramente a un publico homosexual, sin pretensiones de convertirse en una gran película, con un guión pobre (partiendo de la originalidad que supone ser el primer slasher gay), una precaria imagen, y un reparto que suponemos no ha sido elegido por su capacidad actoral.


Lo mejor: La belleza de sus protagonistas.


Lo peor: La iluminación. La fotografía. El no haberle sacado partido a una historia que a primeras tenia posibilidades y partía como "original", e incluso me atrevo a decir que tenia los elementos necesarios, tanto estéticamente como argumentalmente para a la larga convertirse en un titulo de culto dado lo freak de la trama. Que los protagonistas no nos muestren mas carne...